Es preciso obligar por ley a las empresas a cumplir medidas que eviten la discriminación de las personas LGTBi
Según el estudio realizado desde el área confederal LGTB de UGT, “Hacia centros de trabajo inclusivos”, que incluye más de 3.400 respuestas, un 41% de las personas trans aseguran haber sufrido discriminación directa en entrevistas de trabajo, siendo rechazadas por motivos relacionados con su aspecto físico, con su documentación o con su expresión de género, y su tasa de desempleo alcanza el 40%, casi el doble que la recogida en la muestra realizada.
Además, casi un 20% de las personas trans encuestadas reconocen haber sufrido algún tipo de violencia sexual (un 14% son insinuaciones de carácter sexual y un 7,7% abuso sexual) y el 56% afirma que han sufrido agresiones más de tres veces. Otros datos de la encuesta revelan que en el 61% de los casos no fueron defendidas por sus compañeras/os de trabajo, y el 90% ha sido víctima de distintos tipos de discriminación y violencia verbal, concretándose en violencia física un 40%. El 94% de las personas trans encuestadas consideran que se podría hacer algo más para conseguir la igualdad real del colectivo LGTBI.
Por una Ley trans y LGTBI más eficaz
En este sentido, UGT insta al Gobierno a que modifique la Ley Trans y LGTBI, pendiente de tramitación, pues no es suficiente. Se trata de convertirla en una herramienta eficaz contra la discriminación en el empleo que sufren las personas LGTBI, pero
especialmente para combatir los altos índices de exclusión y violencia que sufren. Es preciso obligar a las empresas, por ley, a incorporar y cumplir medidas que eviten las discriminaciones y que faciliten que las personas trabajadoras tengan soluciones a una problemática cada vez más preocupante.
UGT considera que sin medidas concretas en las empresas será muy difícil alcanzar la igualdad real, porque la diversidad no ha llegado a los centros de trabajo. Por eso el sindicato defiende que hay que hacer una apuesta fija y decidida desde las políticas
activas de empleo para incorporar la perspectiva LGTBI en la futura Ley de Empleo, actualmente en negociación y combatir la exclusión en el acceso al empleo de lesbianas, gais, bisexuales y personas trans. Además, exige la incorporación de los planes LGTBI en las empresas, obligatorios por ley, de manera que se articulen medidas específicas para luchar contra la discriminación, como protocolos, acciones y diagnósticos en empresas de más de 250 trabajadores y trabajadoras. Las empresas deben incorporar herramientas legales que garanticen la no discriminación por razón de orientación, identidad o expresión de género.